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Juan A. Pérez desplaza a Jan Alan

Juan A. Pérez desplaza a Jan Alan
La memoria de los justos

Reseñas de mis libros

Bibliografía completa:

2007:

               "El Apóstata. El Complot."


"El Apóstata (el complot)" supone mi novela debut. Esta novela comenzó a fraguarse en Barcelona, en donde comencé mi renovada afición por escribir tras unos meses anodinos y de crisis de indentidad. Necesitaba expresar mis inquietudes. Por entonces, hablamos del año 97 (finales), yo estaba cómodamente instalado en Barcelona. Viví durante un año solo en un estudio, y allí comencé esta aventuraLeía y escribía, esa era mi actividad mientras no estaba trabajando en la fábrica. He de decir que por entonces no tenía niguna televisión en el estudio. No tenía nada que me distrajera en esas horas en las que no me encontraba en la ciudad o en el curro.
La temática viene un poco inspirada por los libros que por aquel entonces más léia, véase..., J.J. Benítez, Tolkkien, Lovecraft, y un largo etc...
Concretamente me inspiré de una conjunción de casualidades que venían recogidas en cierta revista de temas ocultos y científicos, llamada Año Cero. En ella se hablaba de los Avatares, de los precursores de las Eras transcurridas en la Tierra desde el comienzo de la civilización. Decía en ese artículo que cada Era se prolongaba durante poco más de 2000 años y coincidía con un signo del horóscopo. Por ejemplo, cuando llegó Jesucristo, que supongo que es el que todo el mundo más conoce, éste acababa con el dominio del carnero (aries), símbolo que más tarde la iglesia identificaría con el maligno, el macho cabrío, Jesús, el avatar piscis (simbolo el pez) venía a marcar una nueva era en la que terminaba simbolicamente con el carnero e instauraba la era de piscis. Ahora sucede que la Tierra entra en la Era de Acuario, el momento no es muy concreto, pero estaría entre finales del siglo 20 y los primeros años del siglo 21. El nuevo signo y Era conllevaría un nuevo Avatar, y es ahí donde aparece la figura del protagonista, Saúl. El precursor de la nueva Era, el artífice de los difíciles y convulsos cambios que en estos días suceden por el mundo.

Convieve aclarar que cuando comencé esta ambiciosa aventura, el futuro estaba aún por hacer. Toda la novela está ambientada en un futuro hipotético, pero previsible. Los errores que por ese motivo lleve están disculpados porque el futuro no es conocido, al menos no por mí. La figura de Saúl conlleva un papel quizá pretencioso, y quizá también un poco utópico. Pero es una manera de contemplar lo que sería para esta sociedad la reaparición de un nuevo Cristo. De alguien capaz de llevar a toda la humanidad hacia un nuevo cambio social, de valores, y sobre todo, ideológico.

Podría considerar esta novela como de aventuras, porque la acción es palpable desde el comienzo, también la considero capaz de remover conciencias. Es evidente que no todo el mundo compartiría que un cambio global y sin concesiones se diera lugar a todos los ámbitos sociales. Algunos poderes establecidos lo considerarían una subversión, y por tanto una amenaza. Es ahí que el protagonista no lo tiene fácil. Él no es un héroe, su vida no es diferente a la de cualquier persona, pero los designios le convierten en el blanco de las supersticiones más arraigadas en el espíritu humano. Su vida por tanto corre peligro, y más cuando quienes están detrás de su desaparición tienen el control de diversos poderes de la sociedad.
Pero tampoco Saúl está solo, un grupo de iniciados confía en la providencia lo suficiente como para buscarlo con el mismo, o más ahínco, que sus verdugos.
La acción transcurre a lo largo y ancho del mundo. Ciudades como El Cairo, Estambul, Jerusalem, ... dan un toque mágico a la aventura. Y por supuesto Barcelona, la ciudad en donde la providencia ha querido que naciera Saúl.
El lugar no es casual, al igual que tampoco lo es su fecha, el 21 de septiembre de 1999. Todo tiene su simbolismo.
Cosas que ocurren en la novela, que repito, está escrita por entero en el futuro, después han ido cumpliéndose en su esencia. No puedo negaros lo complicada que fue escribirla, y el largo tiempo que me llevaría escribirla. Decir que estoy orgulloso de ella es quedarme corto.
Aunque no la escribiera para lucrarme, ni siquiera para publicarla, el verla por fin en papel me hizo sentir algo muy especial.
La recomiendo mucho, y no lo digo porque sea el autor. Lleva mi alma, mi vida, mis anhelos. Es y será una parte importantísima de mí.
Gracias.
J. Alan.

2008:
            "El Apóstata II (Saúl)."


"El Apóstata II" es la segunda parte de la anteriormente citada como "El Apóstata". Dejarme que os explique. En realidad no se trata de ninguna saga, ni de nada premeditado. La respuesta es sencilla; la obra requería tal cantidad de hojas, tal extensión, que me vi obligado a dividirla en dos. Y como no quería cortar así por lo sano, di una especie de final lógico a la primera, y una separación de años entre una novela y la otra.

Aquí os puedo contar un secretillo concerniente a esta novela. En realidad me ocurrió un percance mientras la escribía, un percance con el ordenador que la portaba en su disco duro. Aprendí a partír de ahí a hacer tantas copias de seguridad que jamás en el futuro me volviera a pasar lo mismo. El ordenador murió, y con él la novela. Por suerte yo ya había sacado a través de la impresora unas 250 páginas, de modo que hasta ahí la tenía en mi poder y a buen recaudo, pero el resto (llevaba en el archivo algo más de 350 páginas) se perdió. Recuerdo que para mí supuso un trauma. Hay que decir que cuando esto ocurrió, aproximadamente hacia 2001, yo no tenía ninguna intención ni de publicarla, ni de nada por el estilo, pero me dolió, me dolió porque llevaba más de 3 años con ella. Y decidí dejarla, la abandoné, abandoné mi mejor proyecto, mi nena chica.

Transcurrió un año entero hasta que hablando con un amigo, decidí que no podía rendirme, que tenía que acabarla, por mí, por aquellos a los que le había hablado y que ansiaban leerla. Por un curioso presentimiento del destino. El caso es que decidí copiar a un archivo de ordenador esas 250 páginas, y ampliarlas un poco más en un lógico final de ciclo, de aventura, y empezar de cero en una segunda parte en la que habrían transcurridos unos años respecto a la primera. Así empezó, a comienzos de 2002, el Apóstata II, con el subtitulo de Saúl, en clara referencia a que en esta ocasión él sería el protagonista principal. Ya era un adolescente, ya tenía sus inquietudes, ya dejaba entrever su potencial, su destino...

"El Apóstata II" es una continuación lógica, pero al mismo tiempo poco tiene que ver con la primera parte. En esta Saúl es adulto, el tiempo transcurre más deprisa, pasan los años. Los personajes van cambiando, y todo desde la perspectiva de Saúl. Es menos..., ¿cómo lo diría?, menos directa, hay un poco menos de acción y más mensaje. El mensaje de un fin de Era, del fin de la Era de piscis, del cristianismo. Porque con Saúl todo empieza a cambiar. El mundo se globaliza más deprisa, las fronteras cambian, se priorizan otras cosas, y las conciencias empiezan a despertar. Revueltas en los países islámicos, en los países del tercer mundo, y en los del primer mundo también. ¿Os suena eso de algo? Hay que decir que cuando yo la escribí (2002/2003) nada de esto ocurría en el mundo. Y qué mejor que empezar con un desastre que proporciones bíblicas, un gran cataclismo que ayuda a agitar las turbulentas aguas de una sociedad en decadencia. Sí, todo arranca en diciembre de 2014, el fatídico mes en el que un gran asteroide destruye la zona entre China y Rusia.

Saúl tiene voz, Saúl tiene ya algo que decir. ¿Quieres escucharle...? Será en verdad revelador.
J. Alan.


2009:
              "Creo que estoy muerto".



"Creo que estoy muerto" es un cambio radical en mi carrera. Un libro difícil de definir. Es como un sueño convertido en pesadilla.
A ver..., estoy muy orgulloso de "El Apóstata", tanto la primera parte como la segunda. Me encantan, y sé que a muchos de mis seguidores también, pero necesitaba un libro distinto, más intimista, quizá más oscuro, con partes de mí. Algo que tuviera parte de mi vida, partes de mi cabecita. Por eso el protagonista nos lo cuenta, por eso está escrito en primera persona.

Si tuviera que etiquetarlo, diría que "Creo que estoy muerto" es surrealista, demencial, terrorífico, sugerente, soñador, y hasta un poco gótico. No diría para nada que es positivo, te deja más bien hecho polvo, pero da que pensar. Y ese es mi objetivo, que entretenga y que haga pensar. En definitiva es un trhiller psicológico con rasgos paranormales y hasta aleccionador. Es... diferente.

El protagonista en esta historia es un muchacho llamado Rafa. Si tuviera que definirlo, yo diría que no es para nada un héroe, es alguien con problemas, es alguien a quien la vida le ha golpeado. Quizá no tan duramente, pero lo suficiente para descuadrarle sus sueños, sus anhelos. En una primera parte él nos cuenta su vida, bueno, al menos desde que murió su padre. Ahí empieza para él su vida, su camino de guijarros. La relación primero con su padre, y más tarde con su madre y hermanos es marcada a fuego en varios capítulos de su vida. También su relación con las chicas, y en especial con una. Un enamoramiento desusado y enfermizo. Sus amigos son hojas en otoño, a veces están y otras no tanto.

La segunda parte es la metafísica. Puesto que él nos desvela su suicidio, se encuentra con un otro lado muy sugerente, que a veces resulta terrorífico. En ese tránsito al más allá, contemplo un mundo muy vasto y diferente al de la materia. ¿Qué somos después de muertos?, ¿seguimos teniendo la misma conciencia? Trato en definitiva de dar mi particular visión a estas y otras cuestiones, mientras nuestro protagonista encuentra su razón última, su vía crucis particular para explicarnos qué sucedió, y el por qué de su suicidio.


¿Qué más quieren? Un buen tema, una buena historia. Todos los ingredientes para pasar un buen rato, o malo, según lo miren.
Creo sinceramente que di un paso al costado para mostrar otra faceta mía que seguiré explorando en el futuro.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo al escribirlo.
J. Alan.


2010:
             "Malicia".



"Malicia", es mi última novela hasta el momento, mi cuarta obra. Y he de decir que, aunque quizá se parezca bastante a la anterior, es otro registro un tanto diferente. En esta ocasión pueda estar más influenciado por un thriller clásico, que como algo experimental. Es..., bueno, podría decirse que de suspense. Que se mantiene hasta el final, con un final creo que impactante, y sobrecogedor en bastantes fases del libro.

El argumento es sencillo, y al mismo tiempo discurre en varios campos. Por un lado la protagonista está clara, es Inma, una joven periodista de una revista semanal sobre sucesos y noticias de sociedad, artículos de investigación, etc... Ella es la que recibe el curioso encargo por parte de un hombre que dice ser el abogado de un famoso homicida múltiple de hace 20 años. El encargo; contar en un libro, o para la revista, la auténtica verdad sobre el monstruo de Escombreras, Ángel Rojas. Y es aquí que se introduce un segundo protagonista, no tanto por lo que aparece, sino porque cuenta a través de diversos episodios, su vida. Todo a través del grueso cristal que siempre le separa de Inma.

Hay quien ha querido ver un guiño evidente al "El silencio de los corderos", y sí, probablemente me inspiré un tanto en ella, pero también en otras obras de suspense. El periodista que investiga aparte de lo que le cuentan, personas que le vigilan, y que nadie sabe de dónde salen. Algunas muertes, personajes oscuros y secundarios. Todo le da un aspecto siniestro, de creciente tensión.
Es este aspecto que quizá la encuadre más cercana a mi anterior obra, pero por otro lado no es nada metafísica, el lenguaje es más lineal, más directo, yo diría que casi cinematográfico.

En definitiva creo que va a gustar, que entretiene, que mantiene esa incertidumbre que evoca nuestros terrores más profundos. Y está escrita en lugares cercanos a mí, en cosas que conozco, en personajes casi reales.

Un buen título si es usted amante del misterio y el suspense.
J. Alan.

2013:
               "El testamento de Atlantia".



"El testamento de Atlantia", es ya mi quinta novela. Tres largos han pasado desde que saliera "Malicia", y con ésta ha sido como una vuelta a aquella historia de "El Apóstata", donde los personajes parecen interminables, las localizaciones también, y dónde la aventura es el carácter dominante.


La historia comienza con la muerte del arqueólogo Ysmel Kadder en una excavación realizada en Estambul, que en su intento de descubrir a dónde le llevaría ese mapa encontrado en una excavación anterior, descubre una cámara subterránea oculta con incontables papiros, trozos de cerámica, piedras, ... Paga con su vida posiblemente el descubrimiento más importante del siglo.

Kadder trabajaba dentro del grupo de Leyton Hicks, afamado y millonario arqueólogo, al que sus colegas parecen haber olvidado últimamente. El grupo de Hicks será el beneficiario de un increíble tesoro arqueológico; documentos antiquísimos pertenecientes a la antigua biblioteca de Bizancio que salieron previamente expoliados de la Gran Biblioteca de Alejandría. En ellos encuentran el testimonio de que lo relatado por Platón en Critias y Timeo, tiene tintes de ser cierto. La existencia de la Atlántida va cobrando vida poco a poco cuando Hicks recluta a un reducido grupo de expertos a nivel mundial en distintos campos, como la etnolingüística, la geología, la historia, y su mentor el profesor Dogherty, uno de los más famosos de los antropólogos a nivel mundial.

Alex Ventura es uno de esos especialistas a quien la vida en la universidad le aburre sobradamente, y encuentra en este curioso trabajo el sueño de su vida hecho realidad..., demostrar la existencia de la Atlántida, y quién sabe si encontrar sus vestigios. Para ello deberán traducir un curioso libro llamado "El Códice de Tzer", dónde alguien que dice ser de los últimos atlantes, narra el fin de aquellos días.

Una aventura épica y apasionante, de ritmo vertiginoso, en donde también entran las relaciones humanas, y cómo nos cambia nuestro baremo de prioridades.

Esta historia nace como un reto personal, es la novela que siempre había querido leer. Son mis inquietudes, mis fantasías. Lleva meses y meses de estudio, de leer libros extensos de escritores de siglos pasados, de ver docenas de documentales, escuchar programas de misterio, leer artículos al respecto. En fin..., es la novela más laboriosa que he realizado hasta la fecha, y creo que ha merecido la pena. Independientemente de si la hipótesis formulada en la misma es más veraz o no, que quién lo sabe, lo cierto es que responde muchas cuestiones y deja volar la imaginación del lector. Que cada uno pues saque sus propias conclusiones. Personalmente la tenía que realizar, me lo debía, es uno de esos enigmas de la historia que siempre me fascinaron. Sí, digamos que me reflejo en este caso en el protagonista español de la historia, Alex Ventura.

Apetecible para todos los públicos, y como dije antes, recupera un poco el espíritu de "El Apóstata", pero quizá más trepidante y emocionante.
J. Alan.

2015:
               "El creador de historias".



"El creador de historias", es ya mi sexta novela, y puedo decir sin ningún género de duda que es distinta a cualquiera de las anteriores. No es ni terror ni ciencia ficción, ni tampoco novela negra. Por eso hace ahora un año tuve mis dudas sobre si debía publicarla bajo el nombre de Jan Alan o con mi verdadero nombre. Tenía dudas sí, pero tras pensarlo mucho y leerla de nuevo me di cuenta que era una novela de Jan Alan. No soy tan versátil, ni deseo complicarme tanto la vida, como para tener una doble carrera. Empecé como Jan Alan y como tal terminaré cuando el destino desee que termine.

Bien, aclarado este punto, aquí os presento mi nuevo niñito. Es una novela cuyo comienzo puede llevar a engaño. La sinopsis que podéis encontrar en su contraportada es...


La vida de Daniel Tuzón, un articulista y aspirante a escritor, está a punto de cambiar cuando uno de los grandes escritores de los últimos años le contrata para redactar el que será su alegato final. Una suerte de libro autobiográfico que desvelará los oscuros recovecos del alma de Juan Ignacio Martínez Quesada. Casi 50 años entre éxitos y fracasos que culminan en una extraña enfermedad que lo sentenciará a morir imposibilitado.

Demasiadas culpas, demasiadas cosas aún por decir. Daniel Tuzón, que lo idolatraba desde niño, conocerá que no es el hombre que realmente desea ser. Conocerá el precio de la fama, y algo más… Conocerá a la hija de éste, Nuria, por la que sentirá algo más que afecto.



Es quizá la novela más fácil de leer y la mejor escrita de mi repertorio, pero tampoco está exenta de sorpresas. Es..., es como una apología del oficio de escritor, un melodrama que nos recuerda que no se puede tener todo en la vida, que a veces pagamos un alto precio por conseguir ciertos sueños, y que todo pasa factura.
También el amor hace su aparición. No soy muy de historias de amor, si conocéis mi obra, pero me apetecía soñar con este tipo de aventuras más propias de la imaginación calenturienta de un romántico solitario, como lo es nuestro protagonista principal. También se plantea la pregunta... ¿Todo vale por alcanzar la fama?
Sólo espero y deseo que sean capaces de leerlo con paciencia, de saborearlo, y que les guste, al menos tanto como yo disfruté al escribirlo.
J. Alan.


2017:

               "Rowie; crónica de un vampiro psíquico".


Con mi séptima novela creo haber cerrado un ciclo en mi carrera como escritor. No digo que sea exitosa, ni tampoco pido un aplauso unánime. No me van esas cosas. "Rowie" es quizá la mejor novela que jamás he escrito, y la que mejor escrita está. Ambas cosas. Y no lo digo yo, sino mi primer lector/amigo. Porque en esta ocasión he decidido hacer caso al maestro Stephen King y dejar que la novela repose un tiempo encerrada en algún cajón, y que después la lean otros ojos ajenos a los míos. Quería que me dijeran qué sentían realmente, y el resultado fue increíble. No sólo porque me ayudaron a pulir la obra un poco más, a darle otra vuelta de tuerca, siempre necesaria, sino porque me confirmaron lo que mi cabeza y mi corazón me decían... Que era lo mejor que había escrito jamás.

Si me preguntaran de qué va, que por otro lado es lo típico cuando sacas una obra nueva, no sabría muy bien qué decirles, porque quizá, y aunque no lo hiciese a conciencia, es una buena mezcla de todo lo escrito anteriormente por mí. No me gusta encorsetarme en un género en concreto. Quiero que la historia se escriba a sí misma, no que sea esto o lo otro. Podría decirse que es ciencia-ficción, aunque tampoco tiene mucha ciencia, también podría tratarse de una novela negra, pues hay investigaciones y casos por resolver, pero tampoco. Puede ser un drama al ser narrada en la primera persona del protagonista, aunque es mucho más que eso. Tiene acción, tiene puntos de terror, aunque no sea una novela de ese género. Tampoco es una historia de amor, aunque gire en torno al mismo. Es sencillamente como la vida misma. Está muy presente en la novela la conspiración. Lo que los grandes poderes del mundo conocido nos muestran que debemos saber y conocer, y esa trampa que maquina bajo todo ese humo.

En toda la novela el protagonista es la víctima, no es el monstruo que la sociedad puede hacernos creer. Y habla sobre todo del poder elegir, de la libertad de elección de una vida normal, y de cómo no es tan fácil cuando tus dones se salen de eso que llaman normal.

En definitiva, "Rowie" es la obra cumbre de mi bibliografía. Mi ópera prima. Sin duda, al menos para mí.
J. Alan.


2019:
                               "El camino del lobo".




Considero mi octava novela la más singular de todas. En primer lugar no comenzó siendo una novela, sino un relato largo presentado a algún concurso. En segundo lugar he añadido más diseño al interior, lo que le confiere el aspecto de cuento. También por cómo ha sido escrita. Es sencilla, de segmentos cortos y dinámicos. Con personajes definidos y muy fácil de digerir. Quizá el tipo de obra que ahora mismo necesitaba. Me he alejado de esas grandes producciones anteriores. Con esto no quiero decir ni que sea mejor ni peor, tan solo distinta, muy distinta. Espero que a mi público le guste.
J. Alan.


2021:
                               "Historias del alma negra".






Bueno, esta novena obra no es una novela, es una colección de nueve relatos. Dos veces nueve, que tenía que ver publicados para completar de esta forma el círculo. Es el fin de una etapa. No sé si volveré a editar libros. Sí seguiré escribiendo, pero no estoy seguro de publicar más libros. Dependerá de que alguna editorial se interese por la novela es cuestión o no. Pero hasta aquí llega la primera etapa de Jan Alan, y quien sabe si la última.
Entre los relatos, destacan los primeros de principios de siglo, que he tenido que recuperar siendo fiel a como fueron escritos, y después los que he considerado que tenían un vínculo especial con una forma introspectiva de ver un mundo decadente que atenaza a unos personajes llevados al límite. Hay algunos cortos que te harán pensar, otros más largos donde se palpa la tensión, y otros sencillamente llamativos e incluso un poco oníricos. En cualquier caso, un buen compendio para entender mi evolución como escritor.
J. Alan.